Actualmente, poseer un vehículo blindado ya no es un lujo sino una necesidad, por los altos niveles de inseguridad que continúan en aumento.
Existen varios casos de atentados a vehículos blindados en los que sus ocupantes han podido salir con vida, gracias a la protección que genera el blindaje, mismo que se compone de una combinación de vidrios y policarbonato, refuerzo de su carrocería con materiales que varían entre fibras sintéticas, aramidas o polímeros y acero balístico.